En los ultimos años ha tomado mayor trascendencia en los medios de comunicacion el tema de la violencia en las canchas argentinas. Pero la realidad es que se trata de un asunto ligado a la problematica social contemporanea.
Si bien es cierto que se registran mas hechos de violencia en partidos de futbol que --por ejemplo-- en los partidos de basquet, tambien es cierto que hay que tener en cuenta el marge que abarca un deporte y otro. Bien sabido es que el futbol es el deporte mas popular del pais, y por lo tanto, cuenta con el mayor numero de seguidores. Es, ademas, una actividad que nuclea a todas las clases sociales sin hacer distincion. Y por sobre todo, no hay ningun tipo de discriminacion en el ingreso a los estadios: en la popular, el patron y el empleado sufren y gozan de igual a igual. La mezcla de estos factores da como resultado un lugar al cual concurren miles de personas provenientes de cualquier zona, con cualquier grado de educacion y cargando --en la mayoria de los casos-- en sus espaldas el trajin de una vida conflictuada, con problemas economicos, laborales y familiares.
Al mismo tiempo de analizar un hecho de violencia, hay que separar bien las partes y no caer en la frase hecha "la gente esta muy loca". Detras de cualquier incidente, hay una causa. Y tristemente, de las veces que la violencia tiene lugar en un partido, la mitad de los casos se produce por motivos propios de la gente. La mitad restante pertenece al rol que cumplen los deportistas, arbitros y periodistas por igual.
Aunque suene imposible, las calenturas tipicas de un partido entre los jugadores de dos equipos pueden disparar, a la salida del mismo, el cruce de hinchadas que hasta el momentos no tenian ninguna rivalidad mas que la deportiva. Lo mismo sucede con los arbitros, quienes mas alla de tener el derecho humano de equivocarse, suelen hacer de sus actuaciones verdaderos shows, tornando a una muchedumbre que conservaba una actitud pasiva para con ellos, en una verdadera guillotina humana que clama por sus cabezas. Por ultimo queda la intervencion del periodismo, quien desde su postura de espectador divino señala que esta mal y que esta bien, quien accede al paraiso y quien debe arder en el averno del futbol.
El costado digerencial tampoco queda afuera de la repartija de responsabilidades, aunque sus efectos no se ven directamente. Su grado de incidencia no es tangible, pero existe. Si no son ellos, en su lugar privilegiado de poder hacer cosas por y para el club que aman... ¿Quien otro puede encargarse de los asuntos de seguridad y control de sus hinchas?
La solucion no es imposible. Por lo pronto cada cual desde su lugar debe aportar su granito de arena y aprender a tolerar. Son tiempos dificiles los que vive el pais, y no es para menos que su gente este este muy loca. El mensaje debe propagarse como un virus, pero benigno. Que se contagie todo del poder del ejemplo y el respeto hacia el projimo, para que las familias puedan volver a la calle sin miedo, y luego, si asi lo desean, a los estadios.
:: El Perro 10:08 p. m. [+] ::
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:: 16.4.03 ::
Iluminado
La cinta se reproduce una y mil veces en los cinco continentes y muestra siempre la misma jugada que el mundo entero conoce de memoria. Ante semejante fragmento de perfeccion, no existe un adjetivo que pinte de cuerpo entero tal obra. No hay palabra en el idioma que describa tanta belleza, ni metafora en la poesia capaz de ilustrar tanto arte.
Para los escepticos, es la prueba definitiva de que la excelencia humana es posible si existe una conviccion pura. Para los romanticos, es la verdad irrefutable de la magnitud del corazon.
La cinta se reproduce una y mil veces. Toma la pelota en la mitad de la cancha y va. Como un cometa albiceleste con una trayectoria indesviable. Surgen dos ingenuos rivales, que toscos intentan arrebatarle su tesoro. Pero nada lo detiene. Con un firulete sobre el balon los deja en el camino, atonitos. Y sigue. El sol rebota en su objetivo y lo tiñe de dorado, mas aun falta. Camuflado, desde el verde del campo salta un leon blanco en busca de su presa. Sin embargo, con un solo movimiento de cintura, la presa le deja en triste evidencia al depredador que todavia la mente es superior a la fuerza. Y continua, nada lo detiene. Su conviccion divina lo hace imparable y la distancia hasta su meta va disminuyendo.
Las almas de todo un pueblo se unen por una vez en un mismo sentimiento. Es la revancha otorgada por el destino, es la esperanza a manos de un mortal que avanza sobre las huestes enemigas a paso redoblado. No para. Un agente de inteligencia especialmente entrenado arremete inhumanamente contra su objetivo. Lejos de sentir dolor, la determinacion se incrementa alimentada por la sed de venganza. Con la gracia de una gacela, hace un toquecito pequeño, enorme, engancha hacia adentro y sobrepasa al defensor.
La suerte esta echada. Ni una alteracion en la armonia del universo seria capaz de revertir el designio.
Sabiendo que es la ultima esperanza de una nacion rendida, el arquero sale a matar o morir. Que importan los codigos de los hombres en tiempos de traicion e hipocresia. La orden del cerebro es irreprimible: detenerlo, a cualquier precio. Desde atras, un devoto mas del credo de la deslealtad se une a la infame mision de acabar con la hermosura. Pero ambos fracasan. Con su pierna mistica pasa el balon a la derecha, aunque en una milesima de segundo se encuentra nuevamente siendo mimada por el pie zurdo. Atras quedo el portero y su inutil intento de detener lo imparable. La terrible patada del restante guardian del area resulta tambien infructuosa.
Todo un pais eleva su grito de revancha hacia el cielo y el portico del paraiso se abre de un sacudon. En cada rincon del territorio argentino se huele la dulce fragancia del desquite legitimo.
La cinta se reproduce una y mil veces. Mansa y calma la pelota ingresa en el arco, como pidiendo permiso. Hacia el lado opuesto sale corriendo una figura humana, con un brazo en alto y con los puños cerrados. Se trata del hombre que tuvo una conviccion pura y una determinacion divina para realizarla.
:: El Perro 3:03 a. m. [+] ::
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:: 14.4.03 ::
La Guerra ajena
Luego de escasos veinte dias, la guerra en Irak aparentemente ha terminado. Ademas de un saldo sideral de muertos y heridos, ha dejado incrustado como un misil sobre territorio enemigo una sensacion de confusion extrema en la gente de todo el mundo. Sin dudas, este conflicto fue la mayor demostracion del poder de los medios de comunicacion y el trascendental papel que tienen asignado de los ultimos tiempos. Los medios --no es noticia-- determinan lo que existe y lo que no en la vida de las personas. Lo que es bueno y lo que es malo. Lo que esta bien y lo que esta mal. Asi, algo tan simple como mostrar las imagenes de una bateria anti-aerea en llamas, apoyada con un buen texto patriotico, generara una falsa realidad de resultados optimos tranquilamente. Al igual que narrar sucesos vividos por un ciudadano comun intentando sobrevivir en un pais sometido por un dictador cruel y maligno, sera artifice de un pensamiento colectivo de reprobacion hacia un tiranismo no del todo cierto.
A pocos dias de la caida de Bagdad, continuan en las penumbras los motivos reales por los cuales la coalicion de embarco en semejante designio. Aunque surgieron muchas teorias, en su mayoria economicas, tanto el Reino Unido como los Estados Unidos se empecinaron en aclarar que esta guerra no se debia a motivos financieros. Y justificaron su accionar por un solo motivo: encontar y derrocar a una sola persona, Saddam Hussein. Pero entonces surge una pregunta, imposible de obviar si existe una logica reinante en el planeta: ¿era necesario desplegar tanto poderio militar por tan solo un hombre? La respuesta del sentido comun no cierra del todo, ni mucho menos.
Otro punto deleznable de la cuestion fue la forma en que se oculto informacion referente a las miles de bajas de civiles inocentes. Cuando cayeron las torres el 11 de Septiembre, hasta la persona mas desinteresada en el asunto supo --por la insistencia-- que el numero de muertos superaba las 3.000 personas, y que los realizadores de semejante acto de terrorismo pagarian con su sangre el acto inhumano. En este sentido, resulta tragicomico ver como, cuando la tortilla se ha dado vuelta, los cientos de civiles heridos y muertos en los bombardeos --por citar un ejemplo-- son mencionados como una "consecuencia inevitable en la lucha por liberar a todo una nacion", y nada mas. ¿Por que cuando las bajas son propias se trata de pobres inocentes y cuando pertenecen al enemigo son simplemente numeros frios?
Finalmente, lo mas preocupante luego de las almas perdidas en combate occidentales u orientales, es la total facilidad que puede llegar a tener un estado para incursionar sobre otro por motivos que le competen al mundo entero, y no a un solo pais. Mas alla de las causas, mas alla de las intenciones, no resulta para nada delirante imaginarse un futuro de caos por una porcion de la reserva mas preciada de agua del planeta, en una guerra que ahi si que dejara de ser ajena.
:: El Perro 5:47 p. m. [+] ::
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